Buckminster Fulller, ideas para un mundo mejor

 Buckminster Fuller: la máxima funcionalidad con el mínimo gasto energético

Buckminster Fuller (Milton, Massachusetts, 1895 – Los Ángeles, 1983) fue un diseñador, arquitecto, inventor, escritor, conferenciante y profesor estadounidense que se preguntaba ¿Tiene la humanidad una posibilidad de sobrevivir exitosamente en el planeta Tierra? Y si es así, ¿Cómo?  Fuller, fue uno de los primeros activistas medioambientales. Un hombre que amaba verdaderamente la vida. Extravagante y loco, dedicó su vida a intentar descubrir cómo mejorar la condición humana, sin perjudicar a nadie ni impactar negativamente en la naturaleza.

Fuller debutó como inventor a la corta edad de 12 años. Ideó un sistema que permitía remar mientras uno miraba a la dirección contraria de la marcha del bote. Posteriormente, acudió a la Milton Academy para luego entrar a la prestigiosa Universidad de Harvard. Sin embargo, nunca concluyó sus estudios y fue expulsado en dos ocasiones.

En el año 1927, Fuller se encontraba en la quiebra y su hija menor murió de polio y meningitis espinal, lo cual le llevó a considerar el suicidio. Sin embargo en el último momento decidió recobrar su propia vida y embarcarse en un viaje hacia el descubrimiento y la posibilidad de cambiar a la humanidad de forma individual, lo cual acuñó como uno de sus primero experimentos.

Efemeralización

Era muy consciente de lo limitado de los recursos que el planeta tenía para ofrecer y abogaba por un principio que llamó «efemeralización» lo que se puede traducir como «hacer más con menos». Estaba preocupado por la sostenibilidad y por la supervivencia humana en el sistema socioeconómico actual, pero era optimista acerca del futuro de la humanidad. En la década de los setenta concluyó que la humanidad había cruzado un hito sin precedentes. Estaba convencido de que habíamos llegado a un punto crítico tal que el equilibrio entre la cantidad de recursos extraídos de la tierra y las necesidades humanas se había roto. Y que la cooperación era la estrategia óptima como plan para la supervivencia humana. “El egoísmo” dijo, “es innecesario e irracionalizable…la guerra es obsoleta”.

Dymaxion House de Buckminster Fuller

Dymaxion House de Buckminster Fuller

Dymaxion, el coche diseñado por Buckminster Fuller

Dymaxion, el coche diseñado por Buckminster Fuller

R. Buckminster Fuller frente al primer prototipo del Dymaxion, saliendo de la fábrica en Bridgeport, Connecticut, el 12 de julio de 1933.

R. Buckminster Fuller frente al primer prototipo del Dymaxion, saliendo de la fábrica en Bridgeport, Connecticut, el 12 de julio de 1933.

"No vamos a ser capaces de pilotar nuestra Nave Espacial Tierra durante mucho tiempo más, a no ser que entendamos que es una única nave, y que nuestro destino es común. Tenemos que ser todos, o no seremos ninguno.“
Buckminster Fuller

©Fundación Caja de Arquitectos

Visionario

La palabra DYMAXION  es una marca que Fuller dio a muchas de sus invenciones para enfatizar que las consideraba parte de un proyecto de mayor alcance que tenía el objetivo de mejorar las condiciones de vida humanas. El nombre se compone a partir de sílabas de las palabras dynamic, maximum y tension, Esta síntesis refleja su leitmotiv de “hacer´ mas con menos”.

En 1920 Fuller deseaba construir una vivienda autónoma unifamiliar sostenible, la máquina viviente del futuro. Aunque nunca se construyó, el diseño del Dymaxion aparece con visión de futuro e innovaciones influyentes en la prefabricación y la sostenibilidad. La casa no sólo ha sido ejemplar en su autosuficiencia, sino que también podría haber sido producida en masa y enviada a todo el mundo.

Bajo esta misma fórmula prototipó el Dymaxion car, en 1933. Un coche de 3 ruedas en forma de lágrima que le permitía ser aerodinámicamente eficiente. El concepto del Dymaxion de Buckminster Fuller, de obtener la eficiencia óptima de un diseño aerodinámico y emplear los materiales más ventajosos sigue inspirando el diseño de vehículos a día de hoy. 

Su aportación al campo de la arquitectura a través de la cúpula geodésica fue lo que le catapultó a la fama, una figura geométrica en la que la mayor área puede cubrirse con la menor cantidad de material y sin necesidad de cimientos. La cúpula geodésica es una construcción basada en un término que acuñó como “tensegrity”, el cual se refiere a las estructuras autotensionadas que están compuestas por estructuras rígidas y fuerzas de tracción y comprensión. Fuller descubrió que estos elementos funcionan de forma muy similar al cuerpo humano cuando se conjuntan y forman un todo integrado, asemejando músculos y huesos que se fortalecen. La patente de Fuller fue registrada en el año 1954. Hoy en día existen diversos ejemplos alrededor del mundo. Una de las cúpulas geodésicas más conocidas es la Biósfera de Montreal, en Canadá, que tiene 76 metros de diámetro y 41 de altura.

Fuller fue sin duda un visionario, previó la necesidad de hacer viviendas asequibles y sostenibles (cambiar la vivienda para cambiar la sociedad) que generasen su propia energía, o el modo de visualizar datos masivos, como hacen ahora las técnicas de Big Data. En 1959 presentó en el MoMA de Nueva York una cúpula para cubrir parte de Manhattan, regular las condiciones climáticas y ahorrar gran cantidad de energía y un sinfín de propuestas arriesgadas.

La exposición “Curiosidad radical. En la órbita de Buckminster Fully” que acogió la Fundación Telefónica el pasado invierno (septiembre 2020-abril 2021) en torno a la figura de este visionario, dio cuenta del particular universo del artista. La misión de Bucky (como lo apodaban), en sus propias palabras, era “hacer funcionar el mundo para el 100% de la Humanidad en el menor tiempo posible mediante la cooperación espontánea, sin perjuicio ecológico o desventaja para nadie”.

La figura de Buckminster Fuller es recordada por sus aportaciones a diferentes disciplinas como el diseño, la innovación, la arquitectura, la futurología, la sostenibilidad, la ecología o la economía circular. La mayoría de sus invenciones nunca se llegaron a fabricar, recibió muchas críticas y simplemente se le tachó de utópico y loco visionario.

Definitivamente necesitamos más locos visionarios como Bucky.

"Tomen la iniciativa. Pónganse a trabajar y, sobre todo, cooperen y no se repriman unos a otros ni traten de ganar a costa de otros. Cualquier éxito que se produzca en este tipo de desajustes será cada vez más efímero. Estas son las reglas sinérgicas que la evolución emplea y trata de aclararnos. No son leyes creadas por el hombre. Son las leyes infinitamente acomodaticias de la integridad intelectual que rige el universo."
Buckminster Fuller

@Fundación Telefónica. Exposición "Curiosidad radical. En la órbita de Buckminster Fully"