La revolución de las agujas

¡Cosí y cambié el mundo!

No es un secreto que la industria de la moda tiene una cara oculta menos glamurosa que la que nos deja ver en las pasarelas; saber que para producir 250 grs de algodón (lo necesario para una única camiseta) se necesitan 2.700 litros de agua, o que el 20% de los vertidos tóxicos que se hacen a los ríos provienen de la industria textil, o las impactantes noticias que nos llegan de las fábricas textiles del tercer mundo, nos van dando una visión más realista de este sector, al igual que nos damos cuenta de que como consumidores formamos parte de este engranaje.
Esta realidad confronta con una tendencia: las, cada vez más visibles, pequeñas colecciones, customización de viejas prendas y el regreso a la costura en el hogar. Este símbolo de una creciente sensibilidad social ambiental parece algo nuevo pero por otros motivos ya formaba parte de nuestra historia.
Junto a muchas de las tiendas que representan la máxima expresión de la industria de la moda se encuentra la Plaza de Pontejos con sus tiendas tejidos, botones, retales, puntillas,… Pontejos desde hace décadas y décadas ha visto el paso de miles de clientes que han venido hasta sus pequeños comercios para dar forma a sus colecciones particulares.

A través de esta iniciativa quisimos unir pasado y futuro, tradición y tendencia. Dedal y Aguja.

Los objetivos que nos propusimos con este proyecto fueron:

  • Sensibilizar en torno a modelo de las 3R aplicada al textil.
  • Ayudar al consumidor textil a conectarse de una manera más emocional con sus prendas de manera que le ayude a revalorizarlas y no deshacerse de ellas tan fácilmente como lo hace actualmente.
  • Utilizar la costura como “excusa” para sensibilizar sobre el consumo responsable fomentar la la conexión social.
  • Buscar un diálogo intergeneracional en un lugar emblemático y “útil”.

 

En que consistió:

Propusimos a la ciudadanía formar parte de una revolución divertida, entretenida y pacífica, una revolución que quiso reunir a cientos de costureros y aprendices en la Plaza de Pontejos. Entre puntada y puntada disfrutamos de un maravilloso día y vivimos en primera persona que también disfrutando podemos revolucionar el mundo de la moda y su consumir sin sentido, cuidando además del medio ambiente ¿te imaginas que con algo tan simple como reparar o ayudar a los demás a reparar sus prendas o costumizarlas podamos hacer un gesto por el planeta?
Un sábado de octubre de hace ya unos cuantos años, 8, concretamente, invitamos a la ciudadanía a este evento gratuito, divertido y didáctico donde se puso a prueba la habilidad para enhebrar, crear… Invitamos a buscar en los armarios prendas que necesitan repararse o que pensaban tirarse. Los comercios de Pontejos y voluntarios costureros ayudaron a dar un nuevo look añadiéndole algo divertido y diferente.

¡Sí, técnica del upcycling en Pontejos!

A lo largo de todo el día realizamos talleres para aprender desde lo más básico como es enhebrar una aguja a coser un botón o a hacer un dobladillo.

Para garantizar el suministro eléctrico de las máquinas de coser que participaron en el programa contamos con la colaboración de Ciclo Lab, colectivo que crea energía con generadores móviles a través de bicicletas.

Organizamos esta actividad junto a Slow Fashion Spain, la Plataforma de Moda Sostenible. Contamos también con la  colaboración del Instituto Municipal de Consumo del Ayuntamiento de Madrid.

Colaboradores: AltrapoLab es un laboratorio de Reciclaje Textil y el Atelier de Pampelmusa es un espacio creativo de Restauración; junto a ellos tuvimos a las mercerías más legendarias de todo Madrid: Almacenes Cobián, Almacén de Pontejos (Ubillos) y Mercería Comercial Amparo, que nos han acompañado desde nuestra más tierna infancia en el arte de la aguja y el dedal. Y allí estuvieron  también los costureros amigos: Javier, Juan Felipe y Elísabeth .