Un paraíso en el infierno

NUESTRA LECTURA RECOMENDADA PARA EL MES DE AGOSTO: “Un paraíso en el infierno”, de Rebbeca Solnit

Publicada en nuestro país por Capitán Swing y con traducción de David Muñoz Mateos, Un paraíso en el infierno es una investigación sobre los momentos de altruismo, ingenio y generosidad que surgen en medio del dolor y la catástrofe.

Después de un desastre, sea provocado por el hombre o por la naturaleza, ¿se vuelven las personas más altruistas, ingeniosas y valientes? ¿Qué hace que las nuevas comunidades y los nuevos propósitos que surgen entre las ruinas y las crisis sean tan felices? Y ¿qué revela esta alegría sobre los deseos y posibilidades sociales normalmente insatisfechos? Solnit explora este fenómeno, observando grandes calamidades como el terremoto de 1906 en San Francisco, la explosión de 1917 que destruyó Halifax, el terremoto de la Ciudad de México de 1985, el 11-S en Nueva York y el huracán Katrina en Nueva Orleans. Lo más sorprendente sobre los desastres no es que tanta gente esté a la altura de las circunstancias, sino que lo haga con alegría.

 

Solnit demuestra que los desastres movilizan el heroísmo en masa y el sacrificio compartido. Salvando las distancias, podemos hacer memoria de nuestros propios desastres nacionales para evidenciar los actos de organización colectiva que surgen de manera improvisada ante situaciones dolorosas. El accidente ferroviario de Angrois, en Santiago de Compostela, en julio de 2013, movilizó de manera espontánea a las personas de la zona que acudieron a atender a las víctimas del terrible accidente. Y más recientemente, todavía persiste en nuestra memoria colectiva cómo en las comunidades de vecinos, cuando se declaró el estado de alarma en plena pandemia, las personas dejaban su teléfono y se ofrecían para hacer favores a quienes lo pudieran necesitar. Hacer la compra, acercarse a la farmacia a por medicamentos o prestar asesoramiento legal son algunas de las tareas que se ofrecían, de manera altruista y solidaria.
Tanto dudamos de la naturaleza humana secuestrada por la codicia en tiempos de capitalismo abusivo y exacerbado que a veces se nos olvida que también existe la otra cara de condición humana. La de la solidaridad, la bondad, la empatía. En tiempos convulsos como los que vivimos ahora, con las temperaturas mostrándonos las orejas del lobo por venir, abracemos el cambio para construir algo nuevo y bello. Hay esperanza. Tenemos más poder del que creemos. Los grandes cambios al fin y al cabo, vienen de la fuerza de la lucha colectiva de las personas. Esta lectura es una invitación a abrazar la esperanza que nos permita luchar por un gran cambio.