ArtLords

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ARTLORDS: EL COLECTIVO AFGANO QUE LUCHA CON SPRAYS

EL COLECTIVO

ArtLords (juego de palabras con WarLords “señores de la guerra”, ahora “señores del arte”) es un colectivo artístico que se creó en 2014 en Kabul. Usan los muros de la vapuleada ciudad para denunciar y hacer llegar sus mensajes a la población, evitando la censura. El objetivo de este colectivo formado por artistas y voluntarios con base en Kabul, es el de transformar la agresividad y la violencia a la que se ha visto sometida la ciudad a través del poder del arte y la cultura, además de visibilizar las limitaciones a las que se han visto sometidos durante los 20 años de intervención estadounidense.

Así lo explican:

“Al hablar de los temas que les preocupan a los ciudadanos en los mismos muros que muestran las huellas de las explosiones y la violencia, el colectivo ha podido crear un espacio en el que las cuestiones sociales pueden expresarse de forma visual y debatirse en la calle”.

ArtLords proporciona una plataforma para el diálogo entre la gente de a pie en las calles de Kabul, dejando tras de sí, más de 2000 murales con mensajes políticos pacifistas. Se trata de dar una voz visual a los sin voz, que es la dinámica que motiva la propia existencia del movimiento.

Los murales que van dejando tras de sí, no han estado exentos de polémica como el mural “I see you” de Omaid H. Sharifi (Kabul, 1986), presidente del colectivo y creador del movimiento #I See You, en el que denunciaba los altos índices de corrupción del país.

#ISeeYou

Grafitti “I see you” de ArtLords

 

Omaid H. Sharifi y el colectivo ArtLords

LAS VALIENTES MUJERES AFGANAS GRAFFITERAS

Desde aquí queremos rendir homenaje a la valentía de muchas mujeres afganas han reivindicado su desfavorable posición social con sprays de pintura. Este es el caso de Shamsia Hassani (1988, Irán), una de las primeras mujeres en pintar muros. Hija de migrantes de la guerra que viajaron a Teherán, Irán. Hassani muestra interés por la pintura desde joven. Sin embargo su condición afgana le impide estudiar Bellas Artes ya que este ámbito está prohibido para las personas estudiantes originarias de Afganistán. Desde su regreso a Kabul en el 2005, estudia el arte tradicional en la Universidad de Kabul, pasando a formar parte del profesorado años más tarde como profesora asociada de Escultura. Es fundadora del colectivo de arte contemporáneo Rosht. Samshia usa figuras femeninas en sus murales y establece conexiones entre el ámbito bélico y la defensa de los derechos civiles, especialmente de las mujeres. Hace sus obras rápidamente, en 15 minutos, para evitar todo hostigamiento y afirma que su trabajo no es islámico.

Shamsia Hassani       Shamsia Hassani

 

Malina Suliman (1990, Kabul), otra artista activista (grafitera, metalista y pintora) que cuestiona la funcionalidad del burka y el sometimiento impuesto a la mujer en la sociedad afgana. Su historia de vida, como la de muchas migrantes y refugiadas de guerra es una historia de resistencia y de valentía. De niña, ella y su familia se vieron obligados a huir de su provincia natal (Kabul) para vivir en Kandahar, dentro de Afganistán. Su obra se considera un desafío a la cultura musulmana tradicional, como el burka. Según Suliman,

“el burka es una forma de control, pero en nombre del respeto. Cada cultura o religión da un nombre diferente al burka. Es honor, cultura y religión. En realidad, sólo controla a la mujer y la mantiene dentro”.

 

El trabajo de Malina ha llamado la atención de los talibanes y de los musulmanes tradicionales, por lo que ha recibido amenazas de los talibanes hacia Suliman y su familia. Su posicionamiento ha sido señalado por los Talibanes con amenazas a ella y a su familia y ha sido atacada con piedras mientras trabjaba en sus pinturas. Sulivan ha continuado pintando desde entonces: considera que los derechos no deben ser concebidos como un regalo, sino como un deber. El motivo recurrente en su obra es el de un esqueleto con burka. A Malina no sólo le preocupan los talibanes, sino también su familia, que no está de acuerdo con su decisión de crear arte. Escribir arte que muestre el cuerpo humano, como el motivo de Malina, el esqueleto en un burka, se considera una adoración de ídolos. Para los talibanes y otros musulmanes tradicionales, la obra de Malina es antiislámica y los padres de Suliman se sintieron avergonzados. Por ello, sus padres fueron más allá y encerraron a Malina en su casa durante casi un año, lo que tuvo el efecto contrario que esperaban. Malvina afirma:

 “Hoy, todo lo que estoy haciendo por el arte, se debe a ese año en el que estuve encerrada en una casa” 

 

Malina Suliman, Skeleton in burka

Malina Suliman

Malina Suliman

A estas dos artistas, las siguen multitud de nombres: Lida Abdul, Kubra Khademi, Rada Akbar.

AZIM FAHKRI, EL CABALLERO DE KABUL

Otra de las figuras de la guerrilla artística es Azim Fakhri. Fakhri emigró con su familia a un campo de concentración en la frontera con Pakistán. Esa experiencia ha marcado sin duda su infancia por ello simpatiza tanto con ella en su obra. Meses después consiguieron llegar a Irán como refugiados “sin papeles” lo cual supuso su expulsión de la escuela con 9 años. La obra “Nation of war” es un reflejo de su vida. Al regresar a Afganistán tras la caída de los talibanes, comenzó a trabajar como artista callejero en Kabul. Las obras de Azim suelen reflejar las vidas y realidades de su generación. Se le conoce como “Kabul Knight”, el Caballero de Kabul.

Nation of War, Azim Fakhri

 

TALIBANES EN EL PODER

Los talibanes han tomado el control de gran parte de Afganistán. Con la experiencia del régimen talibán previo a la invasión estadounidense (1996-2001), el futuro en especial el de las mujeres y niñas se presenta muy complicado. Los artistas también se encuentran en una situación difícil. No saben qué les ocurrirá bajo los talibanes. Los artistas se ven obligados a replantearse cómo actuar en un entorno tan peligroso, pero no se rinden. Con la llegada del nuevo regimen Taliban, algunas imágenes femeninas de las calles de Kabul han sido cubiertas con pintura y decenas de valientes han salido a manifestarse a las calles. La protesta activa no es un fenómeno novedoso.